sábado, 21 de mayo de 2011

El ciclista y otros poemas

El ciclista
Equilibrista sobre dos ruedas,
avanzas veloz sobre el asfalto
en busca de hermosos paisajes.
El aire te refresca la cara,
giras, aceleras, frenas.
No temes estrellarte
porque confías en ti mismo y en tu maquina  de dar pedales.

Emociona sentir
que te sostienes sobre dos ruedas
sin otro apoyo sobre la tierra,
y que la gente diga lo que quiera,
que tu puedes solo, aunque la compañía de los otros
 te ayude a alcanzar mejores metas.

Casa de Campo
Los rayos del Sol invaden la atmósfera,
las florecillas silvestres
nos anuncian el despertar de la vida
ante nuestros atónitos ojos
descubriendo la belleza paso a paso.
Orgullosos colores nos hablan sin descanso,
nos definen el paisaje
con expresión precisa y preciosa,
permitiéndonos disfrutar
de la expansión del alma a través del campo.
Equilibrio y armonía,
humildad y sencillez,
dándonos gratis alegrías
de luz y color hasta saciarnos.

Semejantes y diferentes
Contrastas la distinción con lo común,
y valoras  ambas por igual,
pues no pueden existir una sin lo otro,
 no pueden gozar los comunes
sin elegir entre los distintos.
Lo general prima sobre lo particular
pero debe poder encontrar cada uno
su propiedad para solazarse ante  la adversidad.

El signo de nuestra elección
Es fácil hablar del Sol y de las estrellas,
aunque deja poco poso en uno,
cuando profundizas con alguien
valoras mas su persona y como suena,
Las ovejas balan, los perros ladran, los gatos maúllan,
Los hombres, piensan, ríen y hablan.
Somos humanos
Aunque a veces no parezcamos hermanos,
Y seamos como ovejas sin pastor si no hablamos,
Como perros si rabiamos,
Como gatos si permanecemos encerrados.

Ángel-Lesmes